En todas las excursiones, solíamos cantar canciones para amenizar el viaje, el repertorio era amplio, y cuando veíamos que las cosas se ponían feas cantábamos esta cancioncilla.Y luego en función de la creatividad del momento se iban inventando versos nuevos para alargar la canción.
Para ser conductor de primera
Para ser conductor de primera, acelera, acelera
Para ser conductor de segunda, ten cuidado con las curvas
El señor conductor no se rie, no se rie, no se rie
El señor conductor está triste, está triste, está triste
Pues a ver quien le cuenta un chiste, cuenta un chiste, cuenta un chiste.